domingo, 26 de mayo de 2013

En el Andén

Tras estos días sin escribir nada vuelvo a la acción con una pequeña parte del viaje completada, que, aunque no ha sido todo como se planeó en un principio (¿qué viaje sale como se planea?), considero que ha quedado bastante bien. He de decir que esa pequeña parte del viaje ha sido, cómo no, el diseño y construcción de la base donde se asentará nuestro pequeño mundo. No voy a poner todo el proceso de diseño y fabricación en este post, aunque intentaré explicarlo en varios sin que se vuelva tedioso.

Como ya dije en la entrada anterior, lo primero que deberemos hacer es buscarnos un sitio donde asentarnos. En nuestro caso, una habitación (no muy grande) será el lugar elegido: tras barajar varias opciones, se decide construir esta base de forma que sea abatible y, una vez plegada, la base quedará oculta en un mueble hecho para este motivo y a modo de decoración. Éste llevara unos paneles y, cuando este desplegada esta base, se apoyara sobre unas bisagras correderas (más adelante explicaré en qué consiste) y sobre unas patas plegables, cuatro en total, unidas en pares y que quedarían ocultas tras los paneles una vez recogida la maqueta.

El mueble, además de alojar la maqueta, tendrá dos cajones y una vidriera donde guardar y exponer el material rodante cuando no se use.


Lo primero que se hizo fue decidir en qué lugar de la habitación iba a quedar alojada la maqueta. Tras una primera decisión, se tuvo que cambiar, ya que no quedaba espacio para acceder por los lados, con la complicación que ello supondría para poner la vía, decorar y en un futuro solventar cualquier incidente que llegase a producirse.

Una vez solucionado el problema del dónde, y tras comprobar el espacio que queda libre (para ser justos, queda un espacio bastante limitado), surge la duda del cómo montar la estructura. Finalmente, decide realizarse con listones de pino que se cruzan y se ensamblan a escuadra, formando éstos una estructura rectangular de 1610 mm* 2000 mm dividida por los listones. Dicha estructura va enmarcada por unas tablillas de 150 mm de altura, quedando una especie de bañera con 110 mm de profundidad hasta los listones, y de 35 mm por debajo de éstos; este espacio lo utilizaremos para pasar la mayor parte del cableado. Sobre los listones se colocan unos tableros de 5 mm, que será la base para asentar los componentes que conformaran nuestra maqueta, y que dispondrán de aberturas para poder acceder a las zonas ocultas de la maqueta.

Como podréis intuir por el comentario anterior, la maqueta la hemos pensado para que tenga diversos niveles (nivel -1, nivel 0 y nivel 1): el nivel -1 es el que instalaremos sobre la base, el nivel 0 irá a la altura del final del marco y, el nivel 1, sobre éste. En el siguiente esquema se puede apreciar como quedaría:


En las próximas entradas me dedicaré a describir con más precisión el proceso de montaje y diseño de cada una de las fases que se han seguido para la construcción.

Para terminar esta entrada, y a título de comentario, decir al modelista iniciado que hay una normativa para la construcción de las bases para nuestras maquetas y, para los más puristas, les aclaro que, para nosotros, la construcción de esta maqueta es una forma de divertirnos, de manera que nos hemos tomado algunas licencias en cuanto a esta normativa (además de ahorrarnos algo de dinero reciclando materiales).

Desde aquí, quiero alentar tanto modelistas iniciados como a los mas expertos a visitar uno de los Blog de modelismo (en escala Z) que he encontrado de lo más interesante y que me a resuelto muchas dudas (¡Gracias Ignacio!). 

sábado, 4 de mayo de 2013

La Decisión

Como en todo viaje, lo primero que tenemos que hacer es decidir dónde ir, el tiempo a pasar fuera, qué llevarnos y, cómo no, cuánto estamos dispuestos a gastar. En esta entrada pretendo hablar de la multitud de decisiones que deberemos tomar a la hora de diseñar nuestra maqueta... Seguramente me dejaré muchas cosas en el tintero, y muchas otras estarán incompletas, pero para una primera decisión, creo que será suficiente.

Cuando me inicié en este mundo, lo que quería era una gran maqueta por la que circularan una gran cantidad de trenes (como supongo que os pasará a la mayoría), pero, como todos, me di cuenta rápidamente que esto no seria posible... ¿Por qué? Pues por el espacio. En ese sentido, una de las cosas que debemos tener en consideración es dónde vamos a ubicar ese pedacito de realidad y el terreno del que disponemos. Este terreno, normalmente, no suele ser muy grande ya que, probablemente, la mayoría dispongamos de una pequeña habitación para desempeñar nuestra labor creativa. Por tanto, recomiendo que os toméis muy en serio dónde ubicar vuestra maqueta antes de empezar con el diseño.

Otra de las decisiones a tomar es la escala. Este factor influye de una manera estrepitosa en la distribución del espacio, ya que un modelo en escala H0 es casi el doble de grande que uno en escala N, con lo que eso implica menos cosas en más espacio. Para los iniciados, deciros que hay multitud de escalas: desde la escala T (1:450) hasta la escala G (1:22,5 en Europa, y 1:22,2 en EE. UU.). En medio de estas dos, se ubican las más utilizadas: H0 (1:87) y N (1:160), con sus respectivas variantes. Como curiosidad, en el Reino Unido, la escala N se corresponde con 1:144, aunque el ancho de vía (9 mm) se mantiene intacto.

La decisión de una escala, en muchos casos, viene dada por un regalo que nos hicieran (en mi caso, fue un Iberama en escala N), con el cual nos iniciamos en este mundillo. Mucha gente, al cabo un tiempo, cambia la escala, pero no es lo común. Esta decisión (si no la tenemos ya decida) es bastante importante y merece que se hable mucho más de ella, pero eso será en otra ocasión.


También deberíamos decidir sobre el sistema de alimentación. A este respecto tenemos, por un lado, el de corriente alterna (AC). Comentar, sobre este sistema, que utiliza tres carriles en vez de dos, con lo que se pierde realismo en la vía (no demasiado, pero se ve). La ventaja de esta forma es que nos quitaríamos algunos dolores de cabeza a la hora del diseño electrónico (bucle de retorno, etc.). Por otro lado, tendríamos el sistema de corriente continua (DC). Este es el sistema que hemos decidido utilizar para el diseño de la maqueta y, aunque a mucha gente le resulte increíble que en plena era digital me decante por este sistema, aclarar que la mayoría del material disponible es de la antigua Ibertren, y no estamos por la labor de modificar dichos modelos, ya que perderían su encanto. Bueno, a lo que iba... Es más complicado el diseño electrónico de DC, pero la vía es más real y hay mayor variedad en cuanto a estas se refiere.


Por último, nos queda la vertiente más moderna: el sistema digital DCC (no tanto como puede parecer, pues el primer sistema digital salio al mercado a finales de los años 80). Este sistema es el que más se emplea hoy en día y el que acabará por instaurarse por completo en breve. A modo de apunte, los modelos fabricados en digital se pueden configurar para DC, aunque su funcionamiento no es del todo perfecto y hay que disponer de una centralita digital para programarlas. Este sistema es el más se aproxima a la realidad en cuanto al funcionamiento de las locomotoras (aceleración y frenado progresivo; velocidades máximas programables y diversidad de funciones, como sonido; etc.). Sin lugar a dudas, hoy por hoy es lo que os recomendaría cualquier aficionado, pero decir que este sistema también tiene sus contras: por ejemplo, el control de los desvíos es un poco complicado, aunque todo se puede aprender.



Vía AC - 3 Carriles
Vía DC/DCC - 2 Carriles


Con total seguridad tendremos que decidir sobre muchos más aspectos, pero para empezar, demasiado hay que leer ya.

A los artistas del modelismo ferroviario, les agradecería cualquier comentario sobre los temas descritos. A los iniciados, espero que les sirva para empezar a planificar este gran viaje, del que ya puedo decir que es para toda la vida.